El último misterio de Mozart es su muerte ocurrida a los 35 años. No se conoce exactamente la causa de la misma, ya que el documento de defunción lo señala como una fiebre propia de la época; pero realmente las especulaciones señalan que pudo haber sido envenenado con mercurio por un colega suyo, otras causas por enfermedad crónica en los riñones, entre otras. Su sepelio se llevó a cabo sin gloria, pocas personas, pocos músicos, en un día neblinoso y en un cementerio fuera de la ciudad, en una fosa común. Curiosamente, la obra que estaba escribiendo al morir es su famoso "Requiem".
Posteriormente fue exhumado y se supone que donde está el homenaje a su tumba es la verdadera. Inclusive se exhibe un cráneo que se dice es el de Mozart, pero las pruebas de ADN no lo han logrado determinar, lo mismo que un mechón de cabello. Como todo lo existente en nuestro planeta, el genio Mozart regresó a la tierra y ella lo conserva. Su música nos acompaña y así su espíritu.
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